Era una mañana de verano, que Derek despertó de un gran sueño del cual no quería despertar, era un lugar muy bonito, donde el mal no existía, las personas buenas abundaban, era todo lo que podías desear.
Dentro del sueño había un enorme jardín y un hombre que nunca pudo verle la cara, pero su vestimenta era algo extraña, y siempre regaba y cuidaba de sus plantas, haciendo que todos los días se vieran hermosas y dieran frutos, pero no solo eso hacia ese hombre si no que también poseía un gran don, el hacer que el tiempo se parara, era algo ilógico se decía Derek, tanto que no lo podía creer, pensaba que se trataba de un simple juego, las cosas como él las estaba “viviendo” en el sueño, no era realidad, pero aun sabiéndolo, a él le agradaba la idea de que ese lugar existiera aunque sea solo en sus sueños. Y una y otra vez quería tener ese sueño, para que las cosas que él deseaba que eran casi imposible, se le cumplieran.

Un día desilusionado de la vida real, desea tanto volver a tener ese sueño que esa misma noche se le cumple, pero ya estando en el, no sabia que era lo que quería que sucediera, pero solo el saber de que estaba fuera de la realidad lo ponía feliz.
Durante mucho tiempo estuvo pasando esto, el deseaba tanto ese sueño que se le cumplía. Al paso del tiempo Derek se dio cuenta de la vida mediocre que llevaba, que ese sueño en el que él “escapaba” de la realidad no lo iba a llevar a ningún lado y menos a la felicidad. Así que decide pedir todo lo que deseaba, pero en su propia vida, ya no quería mas sueños y así con la misma intensidad que deseaba ese sueño, el pidió un sin fin de cosas que poco a poco se le iban cumpliendo con la ayuda de él mismo y con las personas que lo rodeaban. Se dio cuenta de que las cosas se adquieren con consistencia, esfuerzo y gran dedicación, pues no iban a llegar solas y mucho menos el escapar de la realidad era una salida a los problemas, entonces se acordó de ese hombre de su sueño que todos los días regaba y cuidaba de sus plantas y tenia un resultado muy satisfactorio, es así como él se sintió, al ver que su vida se mejoraba día a día.

Fin.


Chaparro Valdez Teresa De Jesus.